
Inscripciones abiertas para la Primera Jornada de Formación Geoespacial para conocer el territorio.
23 de septiembre de 2025Suikee Kong – Docente e investigador de la UNTDF
En nuestra serie de entrevistas a profesionales vinculados al conocimiento territorial, conversamos con Suikee Kong Espinoza, docente e investigador de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego (UNTDF). Con más de 20 años de experiencia en estudios ambientales y territoriales en Chile y Argentina, comparte sus reflexiones sobre planificación territorial, riesgos ambientales y el rol de las infraestructuras de datos espaciales.
Introducción
¿Podría presentarse brevemente y contarnos sobre su formación académica y trayectoria?
Mi nombre es Suikee Kong Espinoza, nacido en la costa del Pacífico, con raíces chinas y sefardíes. Soy Licenciado en Ciencias y Artes Ambientales (U. Central), convalidado en Argentina como Licenciado en Ciencias Ambientales (UNTDF), y Magíster en Geografía con mención en Recursos Territoriales (U. de Chile).
Desde hace más de 20 años desarrollo estudios ambientales y territoriales en Chile y Argentina, tanto en el ámbito público como en el privado, con foco en planificación territorial, Evaluación Ambiental Estratégica, estudios de riesgo y gestión ambiental de proyectos estratégicos.
Mi trayectoria combina la práctica profesional con la docencia universitaria. Hoy soy docente e investigador exclusivo en la UNTDF, aportando en la formación de futuros profesionales y en proyectos que vinculan a la universidad con el territorio fueguino.
¿Qué aspectos de su formación le resultan más relevantes a la hora de pensar el territorio desde una mirada ambiental y geográfica?
Uno de los conceptos cruciales es la “perspectiva”. Aplicar una visión amplia en escala temporal y espacial en cada proyecto, junto a un enfoque desde la teoría de sistemas, ha sido clave para abordar los desafíos profesionales.
Conocimiento territorial y planificación estratégica
¿Cómo contribuye el conocimiento territorial a la elaboración de planes académicos e institucionales?
El conocimiento territorial es la base de cualquier estrategia de planificación sostenible. Identificar vocaciones del suelo, límites naturales y capacidades productivas y culturales permite diseñar planes realistas y duraderos.
Aquí el rol de IDERA e IDETDF es fundamental: contar con datos estandarizados, actualizados y de libre acceso potencia la planificación territorial, evita duplicación de esfuerzos y permite trabajar con una base común.
Uso de SIG e información geoespacial
¿Qué papel juegan los Sistemas de Información Geográfica (SIG) y datos geoespaciales en su labor académica?
Los SIG son herramientas esenciales para comprender la complejidad de los territorios. Permiten descomponer un sistema en capas de información, analizarlas y luego integrarlas en modelos que facilitan la toma de decisiones.
¿Cómo ha incorporado estos recursos en la universidad y en proyectos externos?
En la UNTDF, los SIG han permitido generar nuevas perspectivas, desde la valoración de servicios ecosistémicos hasta la construcción de un repositorio digital de eventos históricos de riesgos naturales.
En proyectos externos, la integración de información del portal IDETDF mediante servicios WMS ha sido clave en planes estratégicos como Ushuaia Sostenible 2050.
Experiencias en riesgos de desastres
¿Podría contarnos sobre sus experiencias en este campo?
He trabajado en estudios de riesgo por más de dos décadas. En Chile participé en instrumentos de planificación territorial tras el terremoto y tsunami del 2010. En Argentina colaboré en el estudio de riesgo geológico del Paso Garibaldi en la Ruta Nacional Nº 3.
El principal aprendizaje ha sido que la información geográfica sólida y metodologías estandarizadas generan resultados robustos, aunque su implementación dependa de la voluntad política.
¿Qué retos y aprendizajes surgieron?
Los datos geográficos y metodologías certeras son la base para resultados difíciles de rebatir. La correcta aplicación, sin embargo, depende de las instituciones y tomadores de decisión.
Gestión integral de riesgos en Tierra del Fuego
¿Qué importancia tiene la información geoespacial en este campo?
El cambio climático intensifica riesgos como incendios forestales e inundaciones costeras. La información geoespacial es imprescindible para enfrentarlos, desde sensores remotos hasta mapeo colectivo con comunidades.
La IDETDF, como nodo de IDERA, permite pasar de diagnósticos aislados a gestión integrada del riesgo.
¿Algún caso concreto?
Después del mega incendio de Valparaíso en 2014 se estableció como requisito incluir estudios de riesgo de incendio en la planificación urbana. Este enfoque geoespacial se ha aplicado en todos los proyectos de planificación territorial en los que he participado.
Plan Estratégico Ushuaia Sostenible 2050
¿En qué consistió su participación?
Fui analista SIG y especialista en planificación territorial. Elaboré la base SIG del proyecto, utilizando capas del portal IDETDF a través de conexiones WMS.
¿Cuáles son los principales desafíos hacia el 2050?
Un marco normativo vinculante que asegure actualización de planes de ordenamiento territorial, la voluntad política para aplicarlos y el fortalecimiento de la cultura de datos abiertos.
Rol en la UNTDF y visión futura
¿Cómo describe su rol como docente e investigador en la UNTDF?
Mi trabajo se centra en fortalecer el vínculo universidad–territorio–sociedad. Lidero proyectos que combinan SIG, servicios ecosistémicos y riesgos ambientales con un enfoque aplicado al contexto local.
¿Qué líneas de trabajo le gustaría potenciar?
- Gestión integral del riesgo con datos geoespaciales
- Planificación participativa con mapeo colectivo
- Servicios ecosistémicos como eje de desarrollo sostenible
- Laboratorio territorial
- Capacitación en IDETDF/IDERA para gobiernos locales y comunidades
Reflexiones finales
¿Cómo puede la IDETDF fortalecer la colaboración con la academia?
La IDETDF es más que un repositorio: es un sistema de gobernanza territorial que promueve el acceso democrático a la información.
Su consolidación como nodo de IDERA abre la posibilidad de articular universidad, Estado y ciudadanía. El desafío es seguir construyendo ecosistemas de datos abiertos que fortalezcan la gestión sostenible, mejoren la resiliencia y permitan proyectar escenarios hacia 2050 con bases sólidas y compartidas.